sábado, 15 de junio de 2013

Una lágrima por Sofi, un millón o más por y con vos...


Y yo volvía de una noche de teatro y cena con mis locas amigas... Riendo a carcajadas, disfrutando cada instante juntas y llevándonos una sonrisa en los labios al separarnos de esas que duran un buen rato.

Pero cuando leí tu mensaje, cuando me pude correr de ese lugar cómodo y reconfortante del "menos mal que no me pasó a mí", esa sonrisa se convirtió en lágrimas y más lágrimas y millones de lágrimas.

Apenas unos minutos después, apenas unos 120 minutos después y cuando pensaba que ya no tenía lágrimas yo seguía llorando... No te podía llamar a las 3 de la mañana, menos a las 5 cuando sentía que quizás ya podía hablar sin moquear.

Y me dormí con los ojos hinchados y una angustia de esas que no se pueden explicar sin volver a llorar...

Me desperté casi 5 horas después, lo primero que pensé fue otra vez en vos, en tu familia, en el dolor de lo inevitable y así fue como no permití que mis ojos hinchados se desinflamaran...

En esos momentos no podía pensar más que en cómo te sentías, busqué luz entre tus contactos para avisarles que la necesitabas!!! Maldita luz que me hizo seguir llorando y avivando esa necesidad de abrazarte  y llorar juntas, de acompañarte como no pude hacer cuando, por esas cosas de la vida, no estabamos en contacto y perdiste una de las personas más importantes para vos...

Y seguía llorando... ya no tanto por Sofi sino por vos, por el Papu, por Nery, por la imposibilidad de descargar toda esa angustia que sabía que sentías contra la cara de alguien a quién culpar... No había culpas y quería asegurarme que no te culparas vos tampoco, qué se yo? 

Cómo me sentiría yo en tu lugar??? Te diría "estoy bien, no es necesario que vengas pero abrazame..."

Te envié un mensaje gracias a que la tecnología me avisó (bueno, revisé el whatsapp) que ya estabas despierta. Respondiste y junté valor, iba a ir a abrazarte y llorar juntas, por egoísmo tal vez, porque yo necesitaba hacerlo...

En las películas estadounidenses siempre se lleva algo a un duelo, por lo general es comida pero mi heladera está semivacía, solo una coca zero... Y a mi derecha se asomaba la botella de ron que me decía: te acordas de las vueltas de roncola que compartías con Gaby a mi alrededor hace ya muchos años??? - y cómo no acordarme???

Abrí la gaseosa, me serví un vaso y reemplacé ese espacio vacío con ron, cerré la botella, agarré la cartera y las llaves del auto y me fui a esperarte en la puerta. ya sabía que volvías en media hora...

No sé si vos lo necesitabas, yo lo necesitaba... NECESITABA ESTAR CON VOS!!!

Te quiero y para eso estamos las amigas, en las buenas y en las malas... Para reir y llorar juntas y eso hicimos!!!

Mucha gente no lo entenderá jamás y que pena me dan, mucha gente sí lo entenderá... Yo sé que Sofi era parte de tu familia aunque ladrara en lugar de hablar y sin grandes rituales ornamentales ni velas ni flores yo quería estar ahí, y de ser posible emborracharnos (menos mal que antes de volver a subir al auto el café me mantuvo en estado coordinado)

Sofi ya no sufre, casi no sufrió, un sueño eterno se la llevó pero yo sé que vos estás sufriendo y yo lo hago con vos porque, insisto, eso nos hace amigas!!!