viernes, 18 de agosto de 2017

Ella huyó de su casa casi con lo puesto

A veces el contexto es muy importante, más en épocas de #NiUnaMenos y cuando la violencia de género ya está en conocimiento de todos.

A veces no entendemos a esas personas que en medio de una crisis imposible de explicar apuñalan a sus vecinos.


A veces no nos damos cuenta de que algunas personas no deberían encontrarse porque pueden causar brotes histéricos en los habitantes de lugares tranquilos.


A veces... A veces simplemente todas las teorías llegan a la práctica con algunos inconvenientes irracionales...


Y así fue como una querida amiga huyó de su casa por la puerta principal con su cartera, un cajón con ruedas cargado de algunas inútiles cosas, el celular y su inhalador mientras su marido realizaba un viaje de negocios en una indefinida provincia argentina (en realidad creo que la  esposa no tenía ni idea de dónde estaba, shhhhh). Y así ella aprovechó el apoyo de tres amigas para escabullirse en medio de temor y verguenza, sin siquiera apagar las luces...




Todo comenzó como siempre, casi sin querer... Dos, después tres y de pronto eran cuatro amigas cenando juntas y charlando entre carcajadas con una cena casi casera y muy divertida pero, como cada vez que toman conciencia de que al día siguiente algunas trabajan, arrancaron la eterna despedida con promesas de próximos encuentros. No creo que valga la pena aclarar que estas mujeres caminan entre los 40s y los 50s años de alta experiencia, aunque algunas son petisas...


Cuando ya casi se separaban, la dueña de casa recordó que, en un ataque de despojo y orden, tenía algunas hermosas propiedades que quería compartir con sus amigas ya que debía separarse de ellas y ahí, cuando ya casi era medianoche, comenzó una batalla de carcajadas y trueques, de análisis de carteras, zapatos y juguetes. 


En medio del griterío normal alguna de ellas escucha el timbre de la puerta de servicio, deciden ignorarlo y continúan repartiendo lo permitido e intentando llevarse otras cosas que no estaban en la lista de desalojo. Mientras tanto el timbre suena cada minuto intentando interrumirlas sin resultado.


Una de estas mujeres, no pudiendo contener la curiosidad, se acerca a la puerta y escucha a dos personas murmurando mientras insisten con el timbre y corre a informar a las que aún discuten el destino de una hermosa y pequeña valija de mano que la dueña se resiste a regalar. 


Ante la presión del sonido molesto deciden hacer silencio y analizar juntas qué hacer... ¿qué hacer? ¿QUE HACEMOS? 


Juntando todo el valor necesario y recordando que algunos vecinos eran sensibles a los ruidos molestos nocturnos, mientras escuchaban los timbrazos la dueña de casa agarró su cartera, su inhalador y (porque otra la obligó) su celular, y decidió escapar por la entrada principal mientras sus vecinos indignados llevaban media hora tocando el timbre. Y así huyeron las 4, cargando lo que pudieron huyeron hacia el infinito y más allá en búsqueda de la libertad callejera en un dificultoso y agotador silencio que les dolía más que una serie de 200 abdominales.


Se repartieron en dos autos, cargaron la caja con ruedas, las carteras y los portaláminas, algunas cosas que aún no se han identificado y salieron rumbo a Av. Rivadavia huyendo de los vecinos que a esa altura deben haber abandonado el timbre para dejar una nota bajo la puerta... 






Obviamente la escapista volvió a su departamente y encontró ese cartel que sus indignados vecinos pasaron bajo la puerta mientras las huidizas y cobardes charletas huían por la otra puerta. Esperaremos a ver cómo resulta la próxima reunión de consorcio ^^


lunes, 5 de junio de 2017

Porque sí...

Con frío, con miedo, con exceso de lágrimas presionando desde la oscuridad detrás de mis ojos no te sentí llegar...
Un abrazo de oso por detrás, un beso en el cuello y esa sonrisa de BB que me ayuda a escapar de mi realidad un ratito (igual que a vos) y respiro esa bocanada de juventud que me hace entender a las Gracielas Alfano de este universo...
Perdí un gran amor este fin de semana, corrí el sábado a los brazos de un gran amigo y esperaba un milagro para el domingo... Tu abrazo de lunes me hizo tan bien que olvidé por un rato dónde estaba y con quién.

viernes, 31 de marzo de 2017

Pasito de Bebé

Ayer la Tesorera (de 82 años) me preguntaba cuánto tardaba en venir caminando a la oficina mientras se quejaba de lo lento que ella camina.

Esta mañana volví desde la calle a mi dpto porque había olvidado que soy peatona y necesito la SUBE; y en el ascensor me encontré una madre y una niña de 2 ó 3 años saliendo rumbo a la calle cuando yo subía. Entré a mi dpto, le cambié el agua a mi gatita (no recordaba haberlo hecho antes, así que...) y salí bajando por las escaleras para hacer más rápido... Salí del edificio y a 10 mts de la puerta estaban caminando la mamá y su hija a velocidad bebé, velocidad que seguramente es más lenta que la de la tesorera el día anterior...

Sonreí a la madre y ella me devolvió una enorme sonrisa... Y mientras volvía a retomar mi paso rápido me pregunté qué me pasó? ¿En qué momento comencé a correr hacia los lugares a los que no quería ir? ¿Por qué nos ponemos melancólicos cuando ya no podemos correr y no disfrutamos durante unos 80 años esa maravillosa experiencia de disfrutar cada paso? 

Tal vez mi cabeza intenta acomodarse en esta época de crisis y este es mi primer pasito de bebé...

jueves, 9 de febrero de 2017

Un día extraño que pronto olvidaré...

Hay días extraños en los que salgo sin celular y sin auto... 
Hay días en los que decido sobre la marcha cambiar el rumbo...
Hay días extraños en los que me doy el lujo de hacer algo que no debería y caminar por lugares por los que en otras situaciones no me atrevería a hacerlo...
Hoy fue uno de esos días...

Mi celular está a mi alcance pero decidí no ir a buscarlo y mi auto está estacionado en la puerta pero decidí no usarlo. Hoy estaré casi incomunicada en horario laboral y seguramente mañana lo estaré por más horas. El sábado estará todo a mi alcance pero no creo que haga el recorrido hacia "la comunicación" antes de lo que hubiese ido sin haber dejado el celu.Hi

Y así salí caminando rumbo al trabajo como hacía cuando el funnycar estaba en el taller, pero esta vez estaba solo descansando, llegué a la oficina y en la puerta me encontré con la única persona que no tenía ganas de ver e hizo un comentario que ayudó a mi decisión de salida...
Pasó el día sin pena ni gloria y al salir recordé la frase "mirá lo que parece....", llevaba solo un bolsillo con la SUBE (por si me arrepentía de caminar) y las llaves de casa, nada más!
Por primera vez no llevaba nada de valor, tampoco escotes ni pantalones ajustados... era la desgracia misma que hacía comentar a mi paso esos "mirá lo que parece..." así que ERA EL DÍA!!!

Caminé por dónde habitualmente me da miedo ir en auto, recorrí esa avenida de riesgo y crucé esos lugares que casi nadie cruza... Era una transeúnte que sorprendía a su paso solo porque por ahí nadie pasa.

No creo que lo vuelva a hacer, ni siquiera creo que pueda volver a saludar a esa señora mayor en la puerta de una casa con aspecto de abandonada, que me miraba con miedo y estupor hasta que le sonreí y me deseó una buena tarde.

Hoy me ahorré unas 4 cuadras de camino y dudo que lo vuelva a hacer pero UAAAAAAAU ya puedo decir LO HICE!!