jueves, 23 de diciembre de 2010

Tu gato me insulta (?)


Cuando Hiroshi me adoptó como su mascota y comenzó a ocupar el 50% de mi cama y de mi vida no sabía que era tan inteligente… aunque tendría que haberlo imaginado ^^

El tiempo pasó, fue espantando a todos mis candidatos hasta que un día un músico se sentó frente a Hiroshi y le dijo: “no solo me voy a quedar, sino que vos vas a dormir del otro lado de la puerta del dormitorio”… y así fue como Hiro se convirtió en una mascota, o al menos eso creí.

Obviamente esta charla tan “seria” entre mi músico y mi gato no fue hasta después de sufrir que Hiroshi saltara en medio de la cama y en el medio de la noche para empujarlo con sus diminutas patitas y dañinas uñas. Le ronroneara junto a la oreja mientras con una patita me acariciaba la mejilla y con la cola le pegaba en la boca a él…

Una tarde, luego de una apacible casi convivencia de varios meses, llego a casa y escucho: “Tu gato me mordió cuando lo acariciaba”, pensé que era solo un acto reflejo en situación de peligro, hasta que se repitió la queja al menos una vez por semana….

Cuando me dijo: “Tu gato me insulta” estallé en carcajadas mirando esa pequeña bola de pelos blancos y negros que se enroscaba a mis pies esperando su mimo panza arriba con sus ojitos verdes entrecerrados.

Cada tanto viene una etapa de paz previa a la tormenta… ahora se acercan las vacaciones y debido a la distancia hemos decidido que Hiroshi no viaje con nosotros, para alegría de mi amorcis. Esto causó cambios en su ánimo, dejó de limpiarse el lomo esperando que yo lo cepille… y lo mejor pasó una noche, aún lamento no haberlos filmado…

Llego a casa y la habitual queja “Tu gato me insulta”, entonces siguiendo el juego me agacho junto a Hiro y le pregunto “A. te hizo algo?” y el gato automáticamente se para en sus cuatro patas y comienza a llorar y maullar durante unos 15 segundos. Entre risas y escuchando en off “Es mentira lo que te cuenta” (?) le pregunto si le hizo algo más y comienza otra vez a llorar y maullar pero un período mayor…

Desde entonces cada vez que A. se queja del gato, él muy guacho comienza a llorar y maullar… Es automático, es un truco que practicaron solo para torturarme… no sé, pero Hiroshi antes tenía una mascota, ahora ya tiene dos ^^

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