Dejé de ser una Hippie con OSDE, ahora tengo OSECAC. No sé si primero fue el costo o mi cercanía a la jubilación pero cambié mi obra social.
Antes de utilizar
mi nuevo carnet leí miles de reseñas y muchísimas eran muy malas, eso me
preocupó pero ya había tomado la decisión y me haría cargo de ello.
Pedí turno con un
odontólogo para hacerme una limpieza de control, en ese momento me enteré que
se paga bono por cada atención, aún así no sería tan caro como ir en forma
particular así que arranqué la tortura de pedir turno.
Tengo pretensiones
horarias, no voy en horario laboral así que me preparé para una larga espera y
así fue. Me dieron turno para un mes después, lo que me hizo recordar que en mi
anterior obra social lo conseguía en 3 semanas… No fue tan terrible.
Bajo el lema “primero
pague y luego la atendemos”, pero con una sonrisa de la recepcionista tan
criticada en las reseñas por atender muy mal, acepté la realidad de que a mí me
trataron amablemente y me explicaron dos veces los pasos a seguir ante mi cara
de “no entiendo” sin perder esa sonrisa y buena actitud.
Me atendió una
odontóloga parca y poco simpática que realizó un buen trabajo y me dio instrucciones,
a cara de perro, de cómo lavarme los dientes. No me animé a decirle que así lo
hacía, bajé la cabeza y salí con mis ventanitas dentales listas para enfrentar
mi próxima comida. Sufriendo la noticia de que solo podía ir allí una vez al
año, ya no serían cada 6 meses (al menos a ese costo mínimo).
Luego consideré
que en cinco meses tengo que renovar mi registro para conducir, por lo tanto necesitaba
actualizar mis lentes, los últimos los había hecho en la renovación anterior
hace casi 4 años… Era hora y tenía tiempo para soportar las largas esperas.
Comunicarme telefónicamente
no es fácil, escuché publicidades sindicales durante un rato antes de darme un
turno para 10 días después, dadas mis condiciones de horario. Solo fue 1 día más
tarde que el oftalmólogo que me atendía antes.
Previo pago, otra
vez, me miden mis ojos y los viejos lentes, antes de ver a la oftalmóloga, una
joven muy amable que me dio la nueva orden y las instrucciones para hacer un
par gratis si autorizo la orden en el sindicato.
Gratis!!!! Así que al día siguiente completé on line el formulario que me devolvieron aprobado 2 horas después por mail y el mismo día salí rumbo a una de las ópticas recomendadas, las cuales también tenían malas referencias (como todo).
Entré con los botines de punta esperando una mala
atención y que me dijeran que no había pero no fue así. Otra vez esas sonrisas
y las explicaciones sobre un descuento especial para un segundo par (uso lejos
y cerca) así que me hicieron gratis los más caros y en 12 cuotas los de larga
distancia a un precio similar al que pagué 4 años antes, cuando no era pobre. Me los entregaron en 48 hs. hábiles ante mi sorpresa. Recórcholis, otra
vez no pude protestar y yo iba preparada para hacerlo.
Ahora quedaba
esperar la experiencia ante una urgencia que esperaba que no sucediera tan
pronto, pero…
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